domingo, 23 de marzo de 2014

Las Urgencias, los pacientes caraduras y el fútbol.

Desde las diferentes gerencias de los hospitales andaluces (y válido para cualquier otro hospital) nos cuentan a los pacientes que cuando hay un gran evento (grande sólo por ser popular, como pueda ser una feria, una Semana Santa con palios y nazarenos, o un partido de fútbol de los que barren audiencias) nadie tiene una "enfermedad grave", y las urgencias hospitalarias se vacían. Tienen toda la razón. Yo misma lo he vivido.

Esto demuestra de nuevo que estamos tan malos como nos da la gana, o que sobra mucho paciente en cada servicio de Urgencias. 


Los que padecemos enfermedades serias, de esas de procesos interminables, nos hemos tragado salas de espera de lunes viendo como allí sobra la mitad de los que dicen estar "pa morirse". Un grano en el culo no es urgente, os lo aseguro, salvo que del grano salga la cabeza de un pterosaurio. Eso no solo sería urgente, sino todo un descubrimiento científico que hasta haría millonario al dueño del grano. Pero como esto no ocurre, sobran. Y que conste que he visto a gente ocupar uno de esos asientos de esas salas de espera diciendo que tenían un grano en el culo. Eso sí, para ellos, sus reales asientos eran tan sagrados que no estaban dispuestos a esperar, y vociferaban porque no se les llamaba nada más entrar. Problemas de forun...culitos. ¡Ay!

Los que estamos trasplantados y acudimos urgentemente al hospital es porque tenemos fiebre, vomitamos, todo nos da vueltas, temblamos más que un flan sobre una lavadora centrifugando,... y lo hacemos arriesgando nuestra vida, porque muchas veces salimos de allí con más infecciones de las que entramos; otra cosa no será, pero bichos en el ambiente los hay a montones.

Por eso, cuando llega la moza que más que moza parece una mesa camilla, y se sienta junto a ti, que estás hecha polvo, y ella y su familia ocupan toda una hilera de asientos, porque se saben las entradas al hospital como si fueran profesionales sanitarios (o ladrones de máquinas de rayos gamma), aún cuando está prohibido entrar con más de un acompañante, y la "mushasha" dice que ha venido porque le duele la tripa, te sientes estafada. Sí, estafada no por nuestra Sanidad Pública, sino por los malos usuarios que como ella se la están cargando.

Este tipo de pacientes, digo, que mientras esperan que les vea el médico hasta se encuentran tan bien como para cantar coplillas, y contar chistes, son una verdadera lacra. El que está grave ha de esperar a que vean también a los que ni graves, ni nada, a los que tienen una cara más dura que un templo, a los que se saltan esas listas de espera (que, por supuesto, dirán que son eternas y que el día que les toque ni acudirán), y a los que se aburren y pasan allí las tardes (que sí, que no exagero, que no es broma, que les he visto y oído -Hola!!!!, ¿pero qué haces aquí?. Ná, que estaba en mi casa aburrío y tengo un doló en el deo gordo-, palabrita del niño Jesús), y a todos los que dicen que "esto lo he pagao yo con mih impuehto (aunque no hayan cotizado en la vida).

Aquí os dejo lo que nos cuentan en Facebook, y veréis que es cierto.

Por Currantes Hospital de Valme

Os paso esta fotografía que nos envían, es la sala de espera de Urgencias de Traumatología, durante las horas del partido Betis-Sevilla, el Jueves pasado, la imagen habla por si sola, sobran las palabras.










Imagen El Mundo



Y aquí lo que se intenta y va consiguiendo (a mi modo de entender) en nuestro Hospital de Valme: "Cuando los pacientes son atendidos mediante protocolos de seguimiento clínico compartido entre atención primaria y hospitalaria se reducen a la mitad tanto el número de ingresos hospitalarios como el número total de días ingreso (duración de la estancia hospitalaria)."
Entiendo también como "ingreso" el que se hace por la puerta de Urgencias.




Beatriz González Villegas.