viernes, 15 de abril de 2011

El Dr. D. José Pérez Bernal nos invita a la colocación de cirios por los Donantes de Órganos.

domingo 10 de abril de 2011


El Dr. D. José Pérez Bernal, Adjunto a la Coordinación Sectorial de Trasplantes de Sevilla y Huelva, como cada año, es capaz de mezclar sentimiento cofrade y solidaridad. Gracias a su esfuerzo entre las Hermandades ha convertido la Semana Santa sevillana en una fiesta por las donaciones de órganos, actitud inaudita en cualquier otro lugar de España. Muchos le debemos la vida. (Beatriz González).
Queridos amigos:

Estáis invitados a asistir a la colocación de cirios por los Donantes de Órganos en los pasos de tres cofradías de Sevilla Capital.
1) Miércoles 13 de Abril. 20.30 horas. Hermandad del Sol. Plaza del Aljarafe (Barrio del Plantinar-Avda Ramón y Cajal esquina a San Francisco Javier).  "DAR PARA RECIBIR" es el mensaje de los cirios que  pondrán en los dos pasos. Los fundirán un familiar de donante con una persona trasplantada, siendo el del palio de la Virgen del Sol, una donante viva. Pili del Castillo cantará saetas. Será un acto íntimo al que asistirán muchas personas trasplantadas y familiares de donantes. Es el 4º año.
Escudo de la Banda de Cornetas y Tambores de la Vera Cruz, que cumple 30 años de existencia, y con este motivo viene organizando multitud de eventos por las donaciones de órganos, y a su vez ha estrenado la marcha Lágrimas de Vida dedicada a ellos, los donantes.
2) Viernes 15 a las 13.30 h. Hermandad del Dulce Nombre de Bellavista. (Frente al Hospital de Valme está el Hotel Bellavista. La hermandad está justo detrás del hotel, en una calle paralela a la autovía). Por 4º año la Virgen del Dulce Nombre saldrá el Viernes de Dolores con un cirio por los Donantes cuyo mensaje es "DAR PARA RECIBIR". Un donante vivo y un padre de una joven donante fallecida recientemente  encenderán el cirio. Pili del Castillo cantará saetas.
 
De izquierda a derecha: Miguel Vaca, Susana Herrera y Manuel Muñoz, tres familias donantes de órganos, en uno de los actos celebrados en la Macarena, en agradecimiento a los que como ellos han hecho posiblle que otros vuelvan a nacer.
 
3) Viernes 15 a las 20 h. Hermandad de los Gitanos (Puerta Osario, tras unas casas que hay frente al antiguo "Ambulatorio María Auxiliadora"). Se nombrará a la Virgen de las Angustias Patrona de los Donantes de Órganos de Sevilla. Por 2º año consecutivo lucirá un  cirio por los Donantes en el palio de la Virgen con el mensaje "LAGRIMAS DE VIDA".  Lo fundirán la hija de una donante de órganos fallecida recientemente y una donante viva de riñón. Cantarán saetas dos personas trasplantadas: Manuel Vega, de la Hdad de los Gitanos y Pili del Castillo. La Banda de Cornetas y Tambores Veracruz de Utrera tocará la marcha "LAGRIMAS DE VIDA" dedicada a los Donantes de Órganos.   
Los actos, como otros años,  serán muy emotivos.
También llevarán cirios por los Donantes hermandades de Arahal, Estepa, Los Palacios, Gerena, Marchena, La Algaba...
Saludos cordiales
Adjunto a la Coordinación de Trasplantes de Sevilla

Descansando

miércoles 13 de abril de 2011

Descansando

Otra vez estoy ingresada. Otra vez. De esta, seguro que me ponen todo lo que me falta y me quitan todo lo que me sobra y acabo como una máquina. Seguro. Pero ahora sólo pido salir sin dolor y poder aguantar lo que quede decentemente.

Están pasando muchas cosas a mi alrededor, unas milagrosas y otras menos; estoy conociendo personas entrañables, y viviendo historias de otros fascinantes, dignas del mejor guión  de pelis oscarianas. La crisis le pega fuerte al que no tiene ni salud. Y las familias se resienten. Pero aquí se aprende a sobrevivir con dignidad, lavaditas de mañana con nuestras esponjitas autojabonosas, con un poco de peine y algo de colonia, espantando hambres: de salud, de dinero y de amor.

Pronto saldré. Con ganas. Porque esto tenemos que contarlo muchos. Son historias, son vidas, son el día a día. En momento duros no nos podemos conformar con ver en la distancia pasiones de otros por capítulos, porque la realidad es más interesante. Y ese mismo interés hace que por necesidad haya de ser cambiante. Tenemos que pelear juntos por que el cambio sea a mejor, desde el compromiso individual, personal, de todos los que nos movemos en este barco, mientras no nos arrojen al mar. Y si apretamos fuerte las manos no nos echarán tan fácil.

Ahora toca descanso. Por prescripción médica. Después, ya veremos cómo lo hacemos.

Beatriz González Villegas.


Recordatorio: hay que lavarse las manos antes de hacerse una glucemia.

viernes 15 de abril de 2011


Hace meses, cuando reclamamos a un centro de Salud de Alcalá de Guadaíra, el de La Oliva, que no le quitasen las tiras a un diabético tipo 2, socio de la ATPáncreas, que acudió a nosotros denunciándolo, lo primero que hicimos fue hablar con la directora del centro, la Dra.  Encarnación Porras, que nos soltó aquella prenda sobre su opinión acerca de darnos o no tiras a los diabéticos mayores, los DM2: No, los diabéticos así no necesitan tiras, porque, entre oras cosas, el día que tienen una glucemia buena "se ponen morados de churros", y además, cuando tenemos tiritas nos ponemos a medirle el azúcar a todo el vecindario.

  

Pues yo, hace años, lo he hecho. Sí, y no me arrepiento ni un poco. He medido la glucemia capilar de personas que me lo han pedido, y lo hice a ciencia y conciencia sabiendo que la ley estaba de mi parte, y el Plan Integral de Diabetes de Andalucía me protegía. Que sí, que me protege, porque en el Plan se hace hincapié en la prevención. Ergo, si hay que prevenir por evitar gastos mayores, como ingresos por debut, ahí andamos los que sí tenemos tiras midiendo el azúcar al vecino que toque, por una razón simple: si le detectamos una hiperglucemia en un momento puntual, ahorramos dinero al SNS y ejercemos la prevención en primera persona, con dos cojones, evitándole al nuevo diabético mayores sufrimientos, y adelantando su paso a Primaria de cabeza, y no por Urgencias hospitalarias. A ciencia y conciencia, ya digo. 

Pero evitar este "gasto" tan excesivo, como creía la señora Porras, es muy fácil si se hace lo que hacen en el Hospital Regional Carlos Haya. O se hacía, porque por cada idea buena que se aplica en la Sanidad, se la echa para atrás por triquiñuelas que van más allá de lo práctico; Cuando la idea viene de Málaga se la mira con lupa, y si se la puede tirar al wáter, mejor. Porque si hay que descubrir, que sea en la capital del reino.

En Málaga, a cada diabético se nos da un glucómetro (como a todos), y se nos recalca que sólo lo usemos nosotros. Cuando vamos a consulta llevamos nuestro diario en papel, como reflejo secundario de nuestros niveles glucémicos, y allí disponen de un periférico enganchado al ordenador de nuestros endocrinos que lee el glucómetro, y lo traduce a gráficos completísimos, con todos los datos que en él hay sobre el usuario único del aparatito, es decir, en mi caso, sobre mi menda. Yo me ahorro el coñazo de anotar cada cosita (que si antes de comer, cuántas horas antes o después, y todas esas gaitas) y todo aparece tal cual en pantalla. Se ahorra papel y esfuerzo, y se gana en exactitud, porque, seamos honestos, no hay ni un solo diabético que no haya hecho trampillas, y, por ejemplo, no haya escrito en el diario una glucemia desastrosa, por aquello de "vaya bronca me va a caer". Ya no hay tu tía, tengas lo que tengas saldrá en la gráfica, tu médico lo verá, y actuará con todos los datos en la mano. Un diabético, un glucómetro. Así de fácil. Y evitaríamos ese derroche insostenible (vaya plan) que dice la Dra. Porras que hacemos.

Cuando llevas años siendo diabética te sabes los pasos de memoria. Los pasos que tienes que seguir cuando te mides el azúcar, digo. Y hay cosas que se dan por aprendidas, como esto de lavarse las manos antes de pincharte. Pero es muy importante recordarlo, porque hoy debutarán otros muchos. Más vale repetir hasta la saciedad lo que creemos aprendido, a que ocurra lo que nos pasó en una ocasión.

 

Hace años, estando en casa de mi tía merendando y charlando alrededor de una mesa camilla confortable, muchos con su copita de moscatel y comiendo pestiños y torrijas semanasanteras, surgió la duda sobre quién de la familia era diabético. El "Huy, yo, que va, estoy genial" fue la respuesta de todos. Y empezó la duda a rondar por encima de la mesa como buitre leonado sobre una vaca muerta. La verdad es que aquello ya se había dicho tantas veces que ni le di importancia, y seguí hablando con mi primo Roberto, mi amigo del alma, sin apenas oirles. La duda hace estragos, y el arrepentimiento después de tragar, más. Y tras horas de cháchara, las que se sintieron más culpables, me dijeron que querían medirse el azúcar. Sin problema, más vale prevenir. Y les pasé mi "maquinita", porque entonces no estaba Málaga de por medio. Se la pasé y las dejé a su bola con las lancetas toreras nuevas (pagadas de mi bolsillo). Y se hizo el silencio. Aquellas dos mujeres de ojos claros se miraban la una a la otra con una cara de susto digna de la mejor foto. Qué pena de cámara. Dos gotitas de agua, una de mirada azul y la otra verde, acojonadas. En la pantallita había un cuatrocientos y pico como la copa de un pino. "Ay, madre mía, que me voy para el otro barrio" fue lo que se oía. Lo único que se me ocurrió fue preguntar si se habían lavado las dos las manos. Nerviositas perdidas y con un "no" en la boca fueron a lavarse hasta el corvejón, y ya sí, en serio, se las repitieron. Qué cuatrocientos ni qué cuatrocientos. La que sí estaba diagnosticada con una diabetes tenía dos gramos de vellón, y la que no, estaba dentro de lo normal tras un atragantón, dos horas antes, de repostería casera. Esas manos... ay, ay, ay. 

Nunca le diré a nadie que deje de comer algo que le viene mal, de la misma manera que nunca dije "no fumes" a los que quise y se quemaron la vida. Allá cada cual. Pero lavarse las manitas, algo más simple que una pera, es fácil y necesario. El reactivo dará positivo y sumará no sólo lo que lleve de glúcidos tu sangre, sino también tus deditos, y podemos liarla. Así que o nos lavamos las manos o no dejamos ni una tira más, ea, que es un gasto. Amén.


Beatriz González Villegas.

Foto: Beatriz Mera.

  http://atp-pancreas.blogspot.com/2011/04/recordatorio-hay-que-lavarse-las-manos.html

sábado, 9 de abril de 2011

Los que administran, los que curan, los que enferman.


Siempre he defendido, y seguiré defendiendo, que la Salud se estructura sobre tres colectivos humanos: los que administran, los profesionales, y los usuarios. Y si no mejoramos es por el desencuentro continuo de esos tres colectivos.
Leí el otro día esta noticia sobre la reunión de políticos de UPyD y médicos de Primaria. En estos tiempos previos a la municipales muchos políticos andan moviendo el rabo delante de los que saben bien que son sus amos: los votantes. Los políticos, por muy perros que sean, se cuidan mucho de no morder manos de amos antes de cada convocatoria electoral. Y mira que buscan "amos" que les pongan donde ellos quieren estar. Luego, cuando se acaba la carrera, ¡a tomar por saco! Si la ganan, olvidan lo que prometieron entre lametazos a rabo batiente; y si pierden, según las ganas que gasten para llegar en la próxima, tal vez sí, tal vez no, defienden un poquito. Lo justo, por eso del "que no se diga".
Los políticos que llegan son los que administran. Llegan por nosotros, los que votamos. Y nunca olvidemos que lo hacen para nosotros, y que no son más duraderos que un desodorante malo.
Les dejamos en sus manos durante un tiempo nuestra salud, que es lo que cuento. Sólo durante un tiempo. Y no podemos consentir que sigan como hasta ahora, malgastando recursos y entusiasmos de los que andamos aquí, como enfermos o como profesionales, dividiendonos. 

Lo que piden los médicos de primaria a Upyd, en Asturias, es muy serio, y les doy la razón en todo salvo en lo último: sobre los gastos sanitarios que derivan de la falta de conciencia por parte de aquellos ciudadanos que colapsan consultas a diario o despilfarran recetas.
Claro que hay pacientes que colapsan las consultas. Pero no olviden que van a consulta porque están enfermos. Y, sí, hay un descontrol sobre los medicamentos que se toman y los que se recetan de padre y muy señor mío, pero la culpa no es del enfermo, que no se puede recetar, sino de otros factores. Al que receta, que es el médico, le duele recetar, sobre todo si luego vienen los que administran con las rebajas de enero diciendo que no le pagan no sé qué porque se ha colado en el gasto que se le supone óptimo. Así que si hay que hablar con fantoches políticos seamos más serios y analicemos el problema en su totalidad, porque hasta los huevos estamos de quejicas parciales que nos acusan a los enfermos de ser los culpables de todo, hasta de lo del terremoto de Japón ("sí, sí, el terremoto fue porque los crónicos se pusieron morados de aero.red, y todos, a la vez, causaron un movimiento sísmico"...).
Mientras los que administran o quieren administrar sigan reuniéndose con los otros dos grupos a escondidas las cosas nos irán de mal en peor. Cuando están con nosotros, los enfermos, nos dicen que sigamos peleando contra esos que ni nos dedican cinco minutos en consulta, que mira que son malos que no nos recetan, ni tienen sensibilidad, ni nada. Cuando están con ellos, los sanitarios, les cuentan, bajito, que no tengan indulgencia con nosotros, los enfermos, que como gastamos tanto para vivir haciendo lo que nos da la gana no pueden ni asignarles los sueldos que quisieran pagarles.
Más seriedad, por favor. Trabajar en grupo, y con un único objetivo común, la mejora, es el camino. Porque no habría sanitarios si no hubieran enfermos. Y de no existir sanitarios todos los pacientes estaríamos muertos pronto. ¿Políticos? aunque nos duela, también son imprescindibles, porque Utopía no existe y alguien ha de organizar cuando todos prefieren ver la tele a decidir. 
El día que aprendamos a reunirnos profesionales y usuarios, para poner las bases con las que han de gestionar los administradores nuestro dinero, nos irá mejor. Aunque hay aprendizajes que requieren mucho tiempo.
Beatriz González Villegas.

 




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6 de Abril de 2011
Ignacio Prendes se reune con los médicos de Atención Primaria
Ignacio Prendes, candidato por UPyD a la presidencia de Asturias, y Armando Fdez. Bartolomé, candidato a la alcaldía de Gijón, se han reunido en la sede gijonesa de la formación con el grupo de médicos de Atención Primaria firmantes de dos artículos en la prensa regional. En ellos hacían un análisis de la situación de la sanidad en Asturias y ofrecían una serie de propuestas de mejora.
Para abrir la reunión, los clínicos quisieron transmitir a Ignacio Prendes un mensaje fundamental: “Los profesionales de la Atención Primaria tienen que ser el eje central y motor del cambio”.
A lo largo del encuentro, intenso y cargado de debate en torno a los principales problemas y desafíos de la Sanidad Pública, Prendes y los facultativos han intercambiado iniciativas, escollos del día a día y posibles soluciones.
La reunión ha girado en torno a cuatro claves, sobre las que se ha llegado a un acuerdo encaminado a la unidad de esfuerzos y voluntades.
En primer lugar, la necesidad perentoria de rediseñar la gestión del tiempo. La principal herramienta de trabajo para los médicos de Atención Primaria es el tiempo dedicado a sus pacientes.
En segundo lugar, los médicos han puesto de relieve la flagrante falta de coordinación e información de las que son víctimas por parte de las administraciones. Este lapso en la comunicación deriva de la ausencia de liderazgo y arrastra a los profesionales hacia un caos ingobernable: “No sabemos quién tiene que hacer qué y cuándo. Cada profesional debe saber qué tiene que hacer y para ellos hay que implantar mecanismos de control eficaces”.
La necesidad de centralización ha sido el tercer eje del encuentro: “En aras del pragmatismo, la justicia social y la eficacia: “Es indignante que un señor de Barcelona tenga que trasladarse a un piso de acogida en Madrid para poder recibir un trasplante de riñón, porque la Sanidad catalana no se lo permite”, se quejan los clínicos.
Por último y en medio de una apasionada conversación, se debatió sobre los gastos sanitarios que derivan de la falta de conciencia por parte de aquellos ciudadanos que colapsan consultas a diario o despilfarran recetas. A este respecto, Ignacio Prendes argumentó: “Es fundamental que la Administración trabaje para que los ciudadanos adquieran una educación sanitaria que les haga conscientes de la necesidad de austeridad como modo de invertir los recursos sanitarios lo mejor posible. La gratuidad de la Sanidad debe ser entendida por las personas como un privilegio que hay que cuidar a través de la mesura en su utilización”.
http://www.lahoradeasturias.com/index.php?id_ed=00000115&id_not=0000015991